En mayo de 2017 Telemadrid reestructuraba su área de informativos unificando las redacciones de radio, multimedia y televisión e incorporando un equipo de caras conocidas de otras televisiones. Para dirigirlo fichaba al periodista de Antena 3 Jon Ariztimuño (Pamplona, 1980), que cambiaba así la cámara por la trastienda.

No corren buenos tiempos para la televisión pública, al menos en España, sin embargo, Ariztimuño afirma: “No tuve muchas dudas. En Antena 3 he hecho una labor en política apasionante en los últimos cinco años y he vivido acontecimientos que me han enriquecido mucho como profesional. Pero, para cualquier periodista, una televisión pública es un privilegio porque tu Junta de Accionistas son los ciudadanos y no puede haber un bien más preciado que ese”.

No en vano, uno de los referentes mundiales es también un medio público: “Todos ponemos el ejemplo de la BBC porque responde a un modelo político muy interesante, que han trabajado no sólo los profesionales sino los gobiernos. Son un gigante pero tienen muchos valores de los que podemos aprender los más pequeños.” Aun así, no es demasiado idealista: “Las televisiones públicas tenemos cosas que corregir y mejorar: financiarnos mejor, ganar en agilidad…”

La nueva Telemadrid es cambio y no se cansa de repetirlo y hacerlo ver: nuevos presentadores, platós, imagen corporativa nueva… Todo un reto “dada la evolución histórica que ha tenido esta cadena. Lo que estamos intentando es ser más plurales, dar un mensaje más parecido a la sociedad madrileña. Telemadrid ha sabido hacer un tipo de reporterismo pegado a la calle de una manera muy cercana, pero había que modernizar la puesta en escena. Hemos intentado introducir ritmo porque tenemos unos espacios informativos muy largos.”

El cambio es ya una realidad en la cadena autonómica pero las audiencias no acompañan, de momento. “No estamos preocupados por el dato puntual de la audiencia. Estamos en una fase muy preliminar de esa transformación y la televisión es un animal de costumbres. Además nos encontramos en un contexto especialmente complicado porque la televisión de pago ha aumentado su cuota de mercado, los jóvenes ven cada vez menos televisión y la competencia informativa es feroz, también por las actuales circunstancias políticas”.

No en vano, el hecho de que la actualidad informativa lleve dos meses en Barcelona ha supuesto un reto para los servicios informativos de la cadena madrileña: “Hemos sufrido porque lo que ocurre fuera no es nuestra prioridad informativa, pero era de tal trascendencia política para todo el país que teníamos que estar ahí. Hemos ido a Cataluña en los momentos claves, también a Bruselas, intentando contar cómo afectar lo que está pasando en Cataluña a los madrileños de una forma cercana. Madrid es el centro político, económico y social del país, donde están las instituciones del Estado, por lo que todo lo que ocurre aquí tiene una repercusión muy importante.

 

Carmen García Herrería | @carmengherreria

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