El plató del star wars informativo de la televisión española está en el cogollo de la redacción de Antena 3 Noticias. Es pronto, y aquí ya sale humo. En el ambiente está “lo de la exclusiva” que puso en pause a la España de los pactos…
Gloria Lomana dirige este barco. Lleva 35 primaveras en la redacción. Miles de telediarios con su sello, aunque sean informativos de equipo. Mucha tensión de directos, y mucha mili, vaya.
Además porta sobre su Wikipedia el honor de haber podido entrevistar a los últimos presidentes de la Democracia española.
Colocamos en plano a la que siempre está detrás del telón. Para hablar de periodismo Lomana se sienta en el taburete en mitad del plató pisando fuerte.
Luces. Cámaras. Acción. Hemos inaugurado esta metáfora del periodismo del futuro antes de que llegue el momento del telediario.
A un lado, Vicente Vallés y Lourdes Maldonado, teclean. Por todos sitios, rostros desconocidos, que dan grasa a este engranaje. En medio, Gloria Lomana, directora de Informativos de Antena 3 Noticias, una casa con 25 velas sobre su tarta.
¿Cómo se cuece un telediario líder de audiencia sin caer en la tentación de banalizar el periodismo?
. Sabiendo muy bien qué es noticia, y atendiendo a nuestra responsabilidad profesional y ética de ofrecerla a los espectadores. Sin buscar otro tipo de atajos, que comprendo que son humanos, como el rédito a corto plazo de la audiencia. A mí me gusta tener audiencia. Al fin y al cabo, trabajamos para el más amplio espectro. Pero el primer objetivo debe ser hacer un trabajo bien hecho y terminar el día sabiendo que la misión, que es esa, está cumplida.
¿Qué currículum oculto de ética pide a los periodistas que trabajan con usted?
El mismo que me aplico a mí misma: atender al rigor profesional y a la esencia honesta de nuestra profesión, porque las noticias no son las que un periodista quiere que sean. Uno puede caer en la tentación de adornar la noticia, o deformarla, opinarla, adaptarla a su gusto, pero yo creo que las noticias son lo que son, y, por lo tanto, deben ser lo más objetivas posible para garantizar la profesionalidad que yo les exijo a todos mis compañeros, y que yo me aplico. Soy muy exigente con mi trabajo, y por eso destaco especialmente esa óptica y esa obligación de dar las noticias como son. Nosotros somos un espejo a través del cual proyectamos la realidad. Llevamos a los espectadores aquello que hemos tenido la oportunidad de ver y ellos no. Por tanto, debemos contar las cosas como son, y no como nos gustaría que fueran.
¿Cuándo las audiencias y los trending topics nos vuelven locos, cómo modera una redacción su directora de Informativos?
Ni las audiencias ni los trending topics nos tienen que volver locos. Debemos mantener la calma más allá de los regates en corto. Tenemos que trabajar pensando en la estrategia, no en la táctica. Y la estrategia no puede ser querer pequeñas cotas de éxito a corto plazo que, seguramente, a largo plazo nos darían malos réditos. Hemos de mantener la templanza, nuestro modo de trabajar, nuestro buen hacer más allá de regates que, desde luego, no nos convienen.
¿Cualquier noticia está permitida en esta televisión, o hay cosas que no deben contarse en pantalla por responsabilidad social?
Nuestra responsabilidad social es importante. Yo creo en la libertad de información y en la obligación del periodista para reportar toda la información que nos llega, que no debemos ocultar, pero nos atenemos a dos grandes reglas que todos los compañeros de esta redacción tenemos perfectamente interiorizadas. La primera es el respeto a las víctimas, a cualquier tipo de víctima. Aquí no se emiten imágenes de víctimas yendo más allá de un plano general. No nos recreamos y cuidamos mucho no dañar la imagen de una víctima. Otra regla básica es preservar la imagen de los más pequeños. Las imágenes que atentan contra la intimidad y el respeto hacia los menores y hacia cualquier tipo de víctimas no se ofrecen desde esta redacción.
Cuando nos llegó la imagen de Aylan, el niño sirio muerto a pie de playa, el plano era desde lejos. Lo podíamos haber dado tal y como venía, porque no se le identificaba, pero nosotros, para que nuestros espectadores entendieran el respeto con el que trabajamos, pixelamos su rostro. Creo que es algo que el público agradece.
¿Cómo aprende una directora que siempre tiene la última palabra a escuchar a su equipo?
Así, haciendo equipo. ¡Es muy fácil! En televisión, quizás más que en otro tipo de medios, el equipo es completamente fundamental, porque esto es una maquinaria muy potente donde se necesitan muy buenos periodistas, realizadores, productores, técnicos, grafistas, iluminadores… Esto es un trabajo en equipo, y lo que hay que hacer es escuchar. Por supuesto, la decisión después nunca puede ser asamblearia, porque no podemos tener cincuenta posiciones diferentes. Además, yo tengo que asumir la responsabilidad última, que es una carga a veces pesada, pero siempre después de haber escuchado al equipo. Eso enriquece. Es mejor equivocarse entre varios, porque quizás no hayamos elegido bien, antes que eludir la necesidad de escuchar y atender muchas razones. Uno se tiene que levantar cada día sabiendo que debes aprender de las personas que te rodean. Es maravilloso contar con esas ganas de aprender cada día. Yo aprendo de mis compañeros todos los días.
¿Qué periodismo añora Lomana?
Añorar, ninguno. Hay que vivir el presente, pensando en el futuro. Nosotros nos hemos anticipado siempre que hemos podido. Lo estamos haciendo, y se puede ver en este plató. Fuimos pioneros en poner de pie a los presentadores de los informativos para acabar con esa manera de reportar del busto parlante. Hace ya seis años de aquello, y creamos una tendencia que se ha ido introduciendo en el resto de canales de España y también de Europa. Vemos que fue una iniciativa acertada y correcta, aunque entonces fuera arriesgada.
Me gusta trabajar mucho en el presente, anticipándonos al futuro. En la puerta de la redacción tenemos un eslogan que dice: “Lo único que permanece estable es el cambio”. Hay que trabajar con las luces largas, quedándonos con las cosas buenas del pasado, porque no hay que borrar nunca nada, pero sin añorar, porque el progreso es maravilloso. Además, hay que tener la inteligencia de aliarse con las nuevas tecnologías y no ver enemigos por ninguna parte, sino oportunidades. Así, creo, intentamos trabajar en esta redacción.
¿Cómo ve usted el nivel de calidad y honestidad del periodismo español?
Pues depende de donde se mire… Hay periodismo mejor, y periodismo peor. Hay periodismo muy riguroso, y periodismo menos riguroso. Yo estoy satisfecha con el trabajo que hacemos en Antena 3 Noticias.
¿La dinámica de trabajo en grupos multimedia nos hace mejores periodistas?
Además de ser una cosa que va con los tiempos, sí creo que nos hace mejores. Es una obligación, si pensamos en los espectadores y a todos los que esperan ser informados. Ahora las noticias van muy rápidas, y la mentalidad de los redactores aquí, ya desde hace muchos años, es mucho más que multimedia. Aquí estamos emitiendo en tiempo real. Somos la primera cadena de televisión en introducir Periscope. Además, hacemos actualizaciones completísimas de nuestra página web con 300 vídeos cada día… En esta casa ya nadie trabaja con la cita de las 15.00, o de las 21.00, o del matinal, o de Espejo Público… No. Aquí, según suceden las cosas, se van contando. Les hemos dado a los redactores esas herramientas, porque ya vienen con la mentalidad de que nuestra obligación es reportar todo en tiempo real.
Periscope sobre la mesa de los presentadores, ¿es quizás el ejemplo más gráfico de la transparencia que también necesitan los medios de comunicación?
Si los espectadores tienen la oportunidad de ver cómo trabajamos es un plus que les estamos dando. A mí me encantaría que este plató estuviera abierto a todos los espectadores que tuvieran cabida para que vieran cómo funcionamos. Es imposible, porque eso entorpecería el propio trabajo que hacemos, pero me gustaría que vieran cómo trabaja cada sección, la inmediatez con la que se compone un vídeo, las necesidades para hacerlo… Todo lo que nos acerquemos a los espectadores, con los que queremos ser cómplices, ofreciéndoles también toda la información acerca de nosotros, nos lo agradecen. Además, hay que ir con las nuevas tecnologías. Posiblemente muchos compañeros son reacios y ven amenazas en las redes o en internet. ¡Es absurdo! Hay que ir con los tiempos, apropiarnos de las nuevas tecnologías, y enriquecer la manera con la que trabajamos. Son oportunidades que no generan problemas.
Ha entrevistado a los últimos presidentes de la Democracia: ¿por qué se fiaron todos de usted?
Bueno, yo no sé si se fiaban o no… Creo que tenían la obligación de conceder determinadas entrevistas. No fueron entrevistas cómodas, porque siempre he intentado arrancar titulares, pero sin asumir el papel de policía, o de juez, o de fiscal, que no me toca. Yo soy una periodista. Desde ese punto de vista, siempre he buscado titulares. En una de mis entrevistas aquí, el presidente Zapatero, por primera vez, pronunció la palabra “crisis”… Tuve también la oportunidad de hacerle la entrevista al presidente Aznar que creó un cierto oleaje dentro del Partido Popular, que no sé si todavía se ha superado… Incluso a Rajoy, que tiene fama de ser un presidente parco, le arrancamos titulares… Esa es la responsabilidad del periodista. De esa manera es como creo que tenemos que trabajar: sin ser inquisidores, porque no es nuestro papel, pero tampoco haciendo entrevistas cómodas, porque para eso los políticos ya tienen sus comparecencias, o intervenciones, sin ni siquiera admitir preguntas, una cosa increíble que no deberíamos tolerar los periodistas.
Twitter dice: “linchan a Antena 3 por su exclusiva sobre la reunión de CUP-Podemos-ETA con Maduro”. ¿Cómo han vivido en esta casa esta crisis, entre comillas?
Yo creo que informar no es ninguna crisis, niego la mayor. Claro, las noticias no siempre pueden gustar a todo el mundo, pero, lógicamente, nosotros tenemos la obligación, una vez que tenemos noticias y hemos hecho un trabajo de investigación, sea el que sea, de reportarla a los espectadores. Más allá de eso, si hay quien se moviliza en contra porque no le guste la información, eso es otro tema. Nosotros solamente hemos reportado y hemos dado la posibilidad, que la ofrecemos cada día, a que quien quiera, se explique. Lo razonable es que surtan ese tipo de explicaciones, y no que “linchen” al periodista. Nosotros, en todo caso, no nos sentimos linchados, sino súper motivados para seguir informando e investigar cada día más. Estos episodios nos colocan en la vanguardia de las referencias informativas, claramente. Y de la valentía periodística de no guardar algo porque pueda ser incómodo. Esto, probablemente, otros lo hagan. Nosotros, no.
¿Cómo se gestiona una redacción con “rostros” televisivos muy periodísticos como Vicente Vallés, Mónica Carrillo, Sandra Golpe, Lourdes Maldonado, Álvaro Zancajo… y mucho talento?
Ellos son un lujo y son talento, pero el talento también está detrás. La suerte es que hemos creado un equipo donde, efectivamente, apostamos por los mejores. Ellos son un lujo, porque son enormes comunicadores, buenos periodistas, profesionales que trabajan con rigor, con ética, y que están muy comprometidos con la cadena, con la dirección, con los compañeros, y con todo el equipo. Es una maravilla. Lo hacen todo más fácil. Pero yo reivindico también el talento de los que no se ven: compañeros que no miran las horas, que madrugan, que están igual de sensibilizados con la calidad de la información, y que tienen el mismo compromiso que los rostros de los que hablamos. Ellos son el talento y el esfuerzo. Desde luego, el éxito que podamos tener se lo debemos a todos.
Sólo un nombre propio final: ¿qué significa dirigir un barco en el que navega Matías Prats?
Lo mismo que decíamos antes. Un lujo. Aquí tenemos la experiencia, la veteranía, la mejor marca, el reconocimiento de toda la profesión hacia un comunicador como es Matías Prats. Y hemos sabido conjugar eso con caras nuevas surgidas de la cantera, como es el caso de algunos presentadores de informativos que han salido de la redacción. Hace, por ejemplo, trece años, Álvaro Zancajo era un becario…
Hemos ido confiando en el talento, en la juventud-barra-responsabilidad y buen hacer de promesas que hemos ido haciendo a nuestra manera y con el compromiso de esta marca. Haber bebido de la veteranía de Matías y haber dado oportunidades sacando rostros que han salido de la casa es clave en Antena 3 Noticias. Quien trabaja en la excelencia tiene oportunidades y aquí lo estamos demostrando cada día.
Álvaro Sánchez León | @asanleo