Aquel día es imborrable de la memoria. Y el siguiente, inolvidable para los medios. Satisfacción manifiesta en los corresponsales que lo contaban en prensa, radio y televisión. Aunque parezca increíble, entonces internet no formaba parte ni de nuestro trabajo ni de nuestras vidas.

Es lo que tiene la libertad. Deseas y necesitas contárselo a todo el mundo. Sabes que, aunque sea sólo un hombre el que recupera la libertad perdida, cercenada o herida, todo el mundo es más libre.

Un recuerdo, un agradecimiento sincero, un sentido aunque pequeño homenaje a todos aquellos que trabajan a diario por la libertad de prensa, y de los periodistas en todo el mundo.

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