Estudió Derecho y realizó la tesis en Derecho Presupuestario. Estudió Periodismo y descubrió a Marshall McLuhan. Seguramente su vida ha sido mucho más rica gracias a ello. En 1972, Alfonso Nieto le invitó a dedicarse a la Teoría de la Información en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, materia que en el momento de la propuesta desconocía por completo. Más adelante se sumergió en la Opinión Pública, asignatura de la que es catedrático y que impartió hasta el curso pasado, en que se jubiló.
De López-Escobar corrían anécdotas y frases míticas mucho antes de que existiera Patatabrava, aunque probablemente se trate de leyendas urbanas. ¿O alguien le ha oído preguntar de verdad la hora, con la excusa de que llegaba de Nueva York o Tokio? Quizás, en un país que sigue hablando inglés como en cuarto de primaria lo que llamaba la atención era un profesor que se movía como pez en el agua por océanos lejanos. Cuando aquí la profesión estaba todavía naciendo, acudió sin reparos al primer congreso de la Asociación Internacional para la Investigación de Medios de Comunicación. Y eso solo fue el inicio de lo que ha sido una vida dedicada al estudio de la opinión pública.
Esta grandeza profesional corresponde a un espíritu universitario capaz de acometer proyectos grandes. Tanto es así, que, tras su jubilación, continúa vinculado al mundo universitario y ha comenzado su tesis doctoral en Comunicación sobre la pseudocomunicación. Pedro J. Ramírez, uno de sus amigos, le define como “un investigador concienzudo en la vanguardia de las novedades”.
Ha formado a cuarenta promociones de periodistas. Y sigue intentándolo: “Tuiteé hace varios días una cosa que parece una paradoja. Pregunté: ¿qué hemos de ser, brújulas o veletas? Tuve respuestas como diciendo “hasta ahora habéis sido muy veletas”. Bueno, de lo que se trata es de saber que la brújula marca un punto cardinal, pero la veleta marca la dirección del viento”.
Su experiencia como investigador y docente le lleva a reflexionar sobre el futuro de la profesión y los cambios experimentados en las últimas décadas: “El papel no desaparecerá, creo, pero será difícil tener grandes negocios enormemente rentables. Lo que está en crisis es la era de los grandes negocios, no la era del servicio”. Añade otra consideración: “Algunos periódicos se podían permitir ser dogmáticos como el Titanic, pero ahora un barcucho de nada puede interferir en sus comunicaciones. La inmediatez de la aldea global es un modo de contrastar”.
Por eso, no duda en zambullirse en el mundo de los 140 caracteres (@elefcom) donde inauguró su time-line haciendo mención, cómo no, a quien inició la historia: “McLuhan puso la semilla en 1970. @pacotto me metió en twitter y me dio el training básico. @jlori sugirió @elefcom. Y aquí estoy”.