Los trabajadores de Noticias Cuatro y sus 600.000 espectadores recibieron un fatídico regalo de Reyes el pasado 7 de enero. Ese día supieron que, si nadie lo remedia, el 15 de febrero Mediaset suprimirá los informativos. Noticias Cuatro ha formado parte de la marca de la cadena desde su comienzo, en noviembre de 2005. Quizá alguien recuerde la gran apuesta periodística con que arrancaron sus informativos, presentados por Iñaki Gabilondo en la edición de noche. Entre los profesionales que han dejado su huella figuran Marta Reyero, Marta Fernández, Mónica Sanz, Javier Ruiz, Roberto Arce, Miguel Ángel Oliver, Carme Chaparro, Hilario Pino, Silvia Intxaurrondo, José Luis Fuentecilla… y una larga lista.
En las semanas transcurridas desde la filtración del cierre, publicada en El Televisero, poco más se ha sabido. Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset España, justificaba así el funeral por Noticias Cuatro: “Debemos evolucionar al ritmo que marcan los intereses de nuestro público”. Según algunas fuentes, Mediaset ha rectificado y ahora mantendrá una versión light de los informativos fin de semana. En caso contrario, la cadena no tendrá ni un solo informativo en todo el fin de semana, por lo que, si sucede algún acontecimiento relevante, sus espectadores tendrán que buscar otras alternativas para informarse.
La desaparición de Noticias Cuatro me trae a la memoria el triste cierre del canal de información continua CNN+, consumado el 28 de diciembre de 2010, día de los Santos Inocentes. No fue ninguna broma. La señal de CNN+ fue reemplazada por un canal 24 horas dedicado al reality Gran Hermano, una apuesta que todavía satura la parrilla de Mediaset. La imagen del fundido de CNN+ a la pantalla de Gran Hermano es una ominosa metáfora del triunfo del mercantilismo y del entretenimiento, así como del menosprecio hacia el periodismo televisivo por la dictadura de la cuota de pantalla.
El cierre de Noticias Cuatro indudablemente es una muy mala noticia para el periodismo televisivo, que recuerda el desgraciado final de CNN+. Se trata de un funeral al que los ciudadanos asistimos como convidados de piedra, sin margen de maniobra ni capacidad de reacción. Tampoco el mundo profesional, más allá de algunas reacciones de periodistas a título personal y de una nota de repulsa por parte de la Asociación de la Prensa de Madrid, se ha prodigado en lamentos. Casi nadie se ha rasgado las vestiduras por el cierre ni lo ha criticado en público; al contrario, cuando publiqué una primera reacción al respecto, varios periodistas me hicieron llegar sus comentarios, señalando que Mediaset es una empresa privada y está en su derecho de cerrar unos informativos deficitarios. Faltaría más.
La decisión de Paolo Vasile y los directivos de Mediaset de suprimir los informativos de Cuatro podemos calificarla como la estrategia de las “cuatro bodas y un funeral”. El funeral está claro; veamos en qué consisten las cuatro celebraciones para Mediaset.
Primera boda: minimizar la decisión del cierre y reducir su impacto mediático
Llama la atención el modo en que se hizo el no-anuncio sobre el proceso de defunción de Noticias Cuatro. Ni hubo comunicado oficial de Mediaset ni explicaciones públicas sobre las razones de la decisión, lo cual denota un error de bulto en la política de comunicación de la empresa. La noticia se filtró. De este modo, pretendían generar el menor ruido posible. La noticia del cierre se les comunicó a los trabajadores de improviso. Tras las primeras reacciones, representantes de los sindicatos lograron reunirse con Paolo Vasile, quien les prometió que el medio centenar de profesionales de Noticias Cuatro “serían reubicados”. El 18 de enero, la web de Mediaset publicó una pseudoentrevista a Paolo Vasile realizada por una periodista de la casa, Techu Baragaño, para justificar la decisión.
Marta Fernández reacciona con “estupor” al cierre de Noticias ‘Cuatro’: “Es todo difuso” https://t.co/Sjr28N5aTZ
— El Periódico (@elperiodico) 12 de enero de 2019
Según Vasile, la estrategia consiste en eliminar los informativos y compensarlo con el lanzamiento de un magacín Cuatro al día, presentado por Carme Chaparro. Vasile lo explica así: “Lejos de reducir su oferta informativa, Mediaset España reformula la parrilla de Cuatro con más actualidad en directo que nunca para completar un puzle, una oferta multicanal compuesta por las citas tradicionales de Informativos Telecinco, los programas de actualidad que se irán dando el relevo a lo largo del día en los diferentes canales –El programa de Ana Rosa, Ya es mediodía– o el nuevo Cuatro al día“. Vasile subraya que “es suficiente con un informativo tradicional, el de las 15.00 y el de las 21.00” en Telecinco. Mediaset apuesta por “un puzle”. A partir del 15 de febrero, nadie podrá decir que Cuatro no se preocupa por la actualidad. ¡Incluso es posible que consigan que los 600.000 espectadores de Noticias Cuatro se pasen a los informativos de La Sexta que se emiten en las mismas franjas horarias!
Segunda boda: ahorro en costes
A pesar de las declaraciones de los directivos de Mediaset, está claro que el interés comercial ha sido el factor determinante. Es algo a lo que nos tiene acostumbrados Mediaset. El criterio de rentabilidad se impone en una televisión privada cuyo principal propósito es mejorar la cuenta de resultados e incrementar sus beneficios. La escasa audiencia parece ser la causa de esta drástica decisión. Los informativos de Cuatro cerraron el pasado diciembre en el quinto lugar de las cadenas generalistas, con una cuota de pantalla del 5,6% y 595.000 espectadores de media. Su edición de mediodía, de lunes a viernes, obtuvo un 6,6%, y la nocturna, el 3,5%. Los fines de semana, a mediodía logró el 8,2% y en su segunda edición, el 5,2%. Llevaban meses perdiendo cuota de pantalla frente a su inmediato competidor, La Sexta Noticias.
Ante la crisis por la caída de audiencia, la única respuesta ha sido cerrarlos. ¿No podían haber optado por soluciones menos drásticas? Las mentes pensantes de Mediaset no han tratado de renovar los contenidos de Noticias Cuatro, ni apostar por otros enfoques, ni buscar fórmulas para innovar. En vista de que no funcionaban, se han limitado a suprimirlos. Esto dice mucho de un conglomerado multimedia con directivos y periodistas de cierta reputación, pero incapaces de plantear soluciones para unos problemas de audiencia que no son nuevos. Si creemos que la información es un servicio público, conviene poner en valor la función que desempeñan unos servicios informativos para mantener a la ciudadanía informada sobre cuestiones de interés general. Pero esto parece que a Mediaset no le importa.
Tercera boda: apuesta total por el infoentretenimiento
Para paliar el impacto tan negativo de este anuncio, Cuatro lanzará un magazín de tarde, basado en opinión y noticias, con producción externa a Mediaset. Cuatro al día estará producido, al igual que los dos programas matinales de Telecinco, por Unicorn Content. Abordará distintos temas de actualidad, con “una red de corresponsales” en cinco ciudades. Es decir, de tener unos informativos con su dosis de entretenimiento han pasado a tener un magazín de entretenimiento con su dosis de información, lo cual supone un giro notable.
Mediaset quiere redefinir Cuatro como una cadena sin informativos y concentrar sus esfuerzos dedicados a la actualidad en la franja de tarde. No obstante, seguirá buscando nuevas marcas en el ámbito de entretenimiento para el horario de máxima audiencia, con el objetivo de reconquistar a la audiencia que Cuatro ha ido perdiendo de forma paulatina. En definitiva, la información se diluye todavía más en una cadena cuyas señas de identidad giran en torno a un programa de citas, otro sobre cenas y relaciones, y realities como Mujeres, Hombres y Viceversa.
Paolo Vasile justifica el cierre de ‘Noticias Cuatro’: “Debemos evolucionar con los tiempos”https://t.co/N9fvikcWix pic.twitter.com/pbCg3quiCo
— Bluper (@Bluper) 18 de enero de 2019
El entretenimiento acapara la parrilla de Mediaset, con dosis de realidad travestida en espectáculo. Las píldoras de pseudoperiodismo se extienden a una amplia gama de formatos de entretenimiento: talk-shows, magazines, realities, late shows, parodias, crónica rosa, debates… A su vez, en la carrera para aumentar los índices de audiencia, los informativos dedican cada vez más tiempo a temas intrascendentes y espectaculares. En el fondo, asistimos no sólo a una redefinición del concepto de “programa informativo”, sino sobre todo de la transformación de las relaciones entre ficción y realidad, entre el medio y la audiencia, entre el periodismo y el entretenimiento.
Este proceso viene a confirmar la premisa formulada por el comunicólogo Neil Postman hace más de tres décadas: la televisión reduce cualquier tipo de contenidos a un común denominador, la cultura del entretenimiento. Y como subraya Postman, parafraseando una cita de la novela de Aldous Huxley, “el entretenimiento es el soma de un mundo feliz”. En Mediaset se dedican a producir este soma las 24 horas del día, a lo largo de toda su programación.
Cuarta boda: “Si las noticias no funcionan, se busca otro formato”
Cuando el éxito pasa a definirse exclusivamente en términos de cuota de pantalla, no es difícil que los informativos caigan en esos planteamientos. El mensaje de fondo es que los informativos no interesan si se convierten en obstáculo para la rentabilidad de la cadena. A partir de ahora, por ejemplo, cabe esperar que los profesionales de Informativos Telecinco, también propiedad de Mediaset, busquen incrementar su cuota de pantalla a toda costa, para evitar una situación parecida. Cuando las barbas de tu vecino veas cortar… Los directivos de Mediaset priman la naturaleza comercial de la cadena y consideran los informativos como una parte más de la empresa, en los mismos términos. Las medidas implantadas en los últimos años incluyen el recorte del presupuesto de la Agencia Atlas (la factoría informativa de Mediaset), la reducción de las delegaciones, el cierre de corresponsalías, la externalización de servicios y la merma de los salarios.
Mediaset está en su derecho y puede eliminar de la parrilla de Cuatro los programas informativos diarios. Pero, como argumenta el profesor y periodista Rafael Díaz Arias, “que pueda no quiere decir que el caso no sea escandaloso”. Y al final de este artículo, se matiza lo siguiente: “las licencias de los canales generalistas de televisión están sujetas a los compromisos del proyecto por el cual obtuvieron la licencia mediante concurso obteniendo mayor puntuación que otras ofertas. Si ese proyecto incluye contenidos de servicio público que ya no ofrece, como los informativos, podrían imponerse sanciones”.
En conclusión, la estrategia de “las cuatro bodas” supone todo un festín para Mediaset, un paso más en su modelo de negocio y de televisión, a costa de suprimir los informativos.
Pero no deseo limitarme al lamento estéril ante el cierre de Noticias Cuatro. Seamos constructivos. Hace unos meses, en la Universidad Miguel Hernández dedicamos unas jornadas internacionales a debatir cómo transformar los informativos televisivos. Es evidente que el formato está en crisis. Las noticias en televisión llevan prácticamente cuatro décadas haciéndose del mismo modo y no conectan con los jóvenes ni con muchos espectadores exigentes. Los expertos que participaron en las jornadas, junto con más de una veintena de profesionales del periodismo televisivo, estaban de acuerdo en la necesidad de innovar y acometer cambios en el formato del noticiario tradicional. Y se plantearon numerosas propuestas y debatimos a fondo cómo afrontar esos retos.
La respuesta no consiste en eliminar los informativos, como ha hecho Mediaset. El reto es cómo lograr que el formato sea relevante, útil y satisfaga las necesidades de los espectadores, sin comprometer los valores de rigor y credibilidad. En un ecosistema de medios cada vez más personalizados y polarizados, este reto es difícil, pero hay que seguir experimentando para buscar respuestas.
Debemos admitir que incluso el formato más exitoso no podrá replicar las cuotas de audiencia de los informativos en el pasado. Ante la enorme variedad de ofertas informativas, es inevitable que muchas personas sientan que sus necesidades están mejor atendidas en otro medio o en otra plataforma. Quizás el acto de ver las noticias en televisión se convierta en algo cada vez más raro, menos habitual. Sin embargo, los directivos y profesionales de las televisiones no deben tirar la toalla: han de innovar, experimentar con nuevas formas de contar lo importante y tratar de seducir a los jóvenes. Y ojalá que las celebraciones no sean a costa de un funeral que entierra unos servicios informativos para siempre.
José Alberto García Avilés, profesor del Máster en Innovación en Periodismo, Universidad Miguel Hernández de Elche | @jagaraviles