Alex Breuer, director creativo de The Guardian, durante su ponencia en el Congreso ÑH 2018

 

¿Serán los Smartphone la tumba del periodismo visual? Así lo creen algunos de los principales exponentes del diseño en prensa en España. Las pequeñas pantallas de estos dispositivos se han convertido en una amenaza real para la creatividad de los diseñadores gráficos, que en los últimos años han alcanzado cotas de calidad nunca vistas en sus trabajos.

Veteranos periodistas y diseñadores como Ricardo Curtis o Rodrigo Sánchez consideran que el auge del consumo de información en los teléfonos móviles aboca a estos profesionales a un futuro incierto.

“Estamos en el mejor momento que hemos vivido nunca. Tenemos más medios tecnológicos y podemos asumir riesgos y explorar vías nuevas. Pero casi nada de lo que se hace en prensa se puede llevar a la web o al teléfono. La brecha estética entre el papel y la pantalla cada vez es mayor”, refiere Sánchez.

Especial para Smartphone de la BBC.

Rodrigo Sánchez, director de Arte de Unidad Editorial, participó junto a Ricardo Curtis en el Congreso ÑH2018, organizado hace unos días en Madrid por la SNDE (Capítulo Español de la Society for News Design) y la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, y que congregó a ponentes de la talla de Alex Breuer, responsable del rediseño de The Guardian, o Ismael Nafría, narrador de la transformación digital vivida en los últimos 15 años por The New York Times.

Desde el punto de vista del diseño la pequeña pantalla “es un desastre: falta orden, valoración, y lo que recibes es un río de texto interrumpido por alguna fotografía, sumario o publicidad invasiva. Es como si entraras en el almacén de un chino, donde hay de todo, pero no hay un criterio profesional que te sirva de guía”, considera el director de Arte de Unidad Editorial. Para él, “el formato lo es todo; hay medios como The New York Times que están haciendo trabajos brillantes de infografía en la web, pero en la organización de noticias las ediciones en papel son insuperables, son delicatesen”.

 

Los nuevos olfateadores

Javier Errea, periodista y fundador de Errea Comunicación, también insiste en diferenciar los productos impresos y digitales, pero se muestra algo más optimista. “Concibo un futuro muy prometedor para los diseñadores en los medios digitales”, augura, a la vez que anima a estos profesionales a convertirse en factores de transformación de sus organizaciones.

“Olfateadores, exploradores, pioneros. No secciones pasivas ni de servicios. La industria ha incorporado nuevos perfiles y otros nuevos que aún no somos capaces de pronosticar se irán incorporando poco a poco. El cruce entre lo puramente gráfico y lo tecnológico es, hoy por hoy, una interesante necesidad que vale la pena explorar o, al menos, entender”, considera.

Diseño en papel sobre el Brexit en The Guardian.

A pesar de lo anterior, Errea admite que en los dispositivos digitales, y sobre todo en los Smartphone, se reducen las posibilidades gráficas. “El papel del diseñador, en el sentido tradicional de la palabra, es menor aquí; pero de lo que se trata es de identificar qué cosas se requieren de este profesional en las nuevas plataformas”, sostiene.

En el futuro, los diseñadores deberán asumir nuevas responsabilidades más relacionadas con la legibilidad y la usabilidad, la experiencia de usuario o la innovación y la transformación de organizaciones. “Esa es la visión —y el reto— del diseño. Y lo que nos puede seguir haciendo imprescindibles”, asegura Errea.

Ismael Nafría, periodista, consultor y autor de libros como ‘La reinvención de The New York Times’, encarna la visión más optimista de todas. “Hay enormes posibilidades para el periodismo visual en la plataforma móvil. Estamos en la infancia de lo que los móviles pueden ofrecer desde el punto de vista del diseño. Veremos aparecer nuevos formatos y nuevas formas de contar historias que tendrán una base visual muy importante”, argumenta.

“Se trata de adaptarse a cada dispositivo; un gráfico que funciona bien en papel quizás no funcione en televisión; es el momento de investigar”, mantiene Nafría. Esto es lo que han hecho diarios como The New York Times. Una de las claves de su transformación ha sido la apuesta por el periodismo visual, en la que ha logrado involucrar a toda su redacción. Así, todos trabajan en el mejor enfoque visual de cada historia, contando con los elementos disponibles: integración de texto y fotografía, vídeo, gráficos interactivos, cómics, ilustraciones y cualquier componente visual que pueda ayudar a entender la información.

 

Cegados con la cuenta de resultados

Junto a los riesgos al adaptarse a la nueva plataforma móvil, el periodismo visual se enfrenta también a la falta de compromiso de muchos gestores de medios de comunicación. “En general los directivos de los medios están cegados por la ansiedad cortoplacista de la cuenta de resultados”, afirma Javier Errea.

De la misma opinión son Ismael Nafría o Rodrigo Sánchez. El primero aboga por “convencer a los responsables de los medios de que la apuesta por el diseño vale la pena, de que esa manera de trabajar es eficaz”. El segundo recuerda que en la mayoría de los casos lo digital ha bajado los niveles de exigencia con los productos informativos. “Se titula para máquinas y buscadores, no para personas”, lamenta.

Por eso es urgente, a juicio de Errea, una transformación profunda en las organizaciones periodísticas, “devolver el periodismo al corazón de esas organizaciones y entender que la rentabilidad está indisolublemente unida a la calidad. Y, como dice The New York Times, hoy y en el futuro la calidad pasa por una mejor presentación de las noticias que haga de nuestro periodismo algo más apelativo para las nuevas audiencias. En castellano sin rodeos: publicaciones mejor diseñadas”.

 

Reconquistar la calidad

 

Especial sobre el cambio climático elaborado por el Washintong Post para Smartphone.

Estas publicaciones mejor diseñadas son clave en la sociedad de la multitarea, donde la atención es un bien escaso. “No se trata de preciosismo, ni siquiera virtuosismo, sino agilidad, legibilidad, claridad, impacto. Es decir, servicio. El diseño en plataformas digitales es sobre todo eficiencia. Por eso, se quejan algunos grandes diseñadores. Y, sin embargo, por el camino de la eficiencia yo intuyo un amplio espacio para el virtuosismo”, añade Errea.

Salvar al periodismo supone reconquistar la calidad. Y para consultores como Nafría, eso significa un trabajo colaborativo de toda la compañía. “El buen trabajo periodístico no es de una sola persona, es más bien una coreografía de profesionales donde todos son importantes”, desde los informáticos y diseñadores a los periodistas, fotógrafos e infografistas. Por eso, rechaza los recelos suscitados entre algunos profesionales por la proliferación de perfiles informáticos en los medios.

Entre los recelosos se encuentra Rodrigo Sánchez, que critica que hasta ahora el diseño de las web de los grandes medios haya estado en manos de técnicos e ingenieros, que después “han usado a los diseñadores gráficos para pasar a limpio sus proyectos, y los resultados son decepcionantes”.

Sánchez se queja de que no haya diseñadores web con buena formación en diseño gráfico y periodístico: “los que mandan ahora son los informáticos, y en un producto informativo deben mandar los periodistas. Nosotros estamos para hacer ver que algo que no es lo más leído en una web es quizás lo más importante”.

El auge del periodismo visual y los límites de las nuevas pantallas, la estética y la tecnología, el criterio periodístico o la tiranía del clickbait, diseñadores o informáticos… De que estos elementos logren dialogar y alimentarse mutuamente dependerá el futuro de muchos medios que tratan de sortear el tsunami de la transformación digital.

 

Marta Sánchez Esparza | @martasesparza

 

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