A los amigos se les hacen favores y si la Oficina de Información del Opus Dei –la misma a la que acudes cuando quieres contrastar según y qué información- te pide un favor, tratas de hacerlo. Y si el favor es hacer una entrevista a uno de los periodistas más conocidos de España, lo haces además encantada, que para eso eres, tú también, periodista. Hasta aquí, todo claro.
El personaje es Iñaki Gabilondo y el motivo, la presentación de la reedición de un libro de Josemaría Escrivá, el fundador del Opus Dei. Llegados a este punto, arqueo la ceja. Porque para preguntar sobre el libro de un santo católico lo suyo sería entrevistar a un teólogo, o a un filósofo o, por lo menos, a un católico… pero ¿a Iñaki Gabilondo? Cuando me lo explican, lo entiendo. El libro que se presenta es un libro de entrevistas y la Oficina -con buen tino- ha pensado que, antes que los teólogos, tendrán que juzgar el texto los periodistas. Y como además el autor de las entrevistas, San Josemaría, impulsó decididamente los estudios de comunicación en España (a través de la Facultad de Periodismo de la Universidad de Navarra) se les iba a preguntar a estos periodistas por el futuro de la profesión y por sus recuerdos de la Universidad, si habían estudiado allí. Y ahí, junto con muchos otros, entraba Iñaki, que fue alumno de la incipiente Facultad de Comunicación y que guarda de esa época –alargada luego por su relación con la Clínica Universidad de Navarra, también impulsada directamente por el fundador del Opus Dei- entrañables recuerdos y una deuda de agradecimiento que, como comprobé en la entrevista, no tiene problema en manifestar.
A veces los favores se convierten en regalos. Este es el caso. Cuarenta y cinco largos minutos hablando de periodismo, de la crisis del sector, de la pasión por informar, del trabajo bien hecho, de autopistas por donde pueden circular valores muy amplios, de convivencia, de diálogo, de espacios abiertos, de profesores que imprimen carácter y de conexiones vitales que terminan por matizar las discrepancias ideológicas. Y de agradecimiento, sobre todo, de agradecimiento…
Cuando me despido, soy yo la que da las gracias. Mientras que Iñaki, periodista de raza, curtido en el arte de la entrevista, se preocupa por el material que me llevo a casa. “Espero que te sirva”… Yo, consciente de que lo que me llevo es un bocado de realidad y vivencia pura y dura, de que el personaje ha hablado con el corazón en la mano, le tranquilizo: “No te preocupes, me sirve”.
ASN
Que me encantaría ver la entrevista entera!!