El 14% de los trabajos que existen en la actualidad tiene los días contados. Así lo estima el último informe sobre el futuro del mercado laboral que acaba de publicar la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En ‘The Future of Work‘, los expertos de la OCDE vaticinan que en los próximos 15 años la automatización de procesos hará desaparecer muchos de los empleos que ahora conocemos. Los estudios del Foro Económico Mundial (FEM) apuntan en la misma dirección: de aquí a 2022, al menos el 54% de los trabajadores tendrán que mejorar sus habilidades en materias como el pensamiento analítico, la innovación, el aprendizaje activo, el diseño tecnológico o la programación, si desean seguir en el mercado.

¿Qué impacto tiene esto sobre el empleo en el sector de los medios? En una entrevista concedida a Conversaciones con, David Llorente, chief executive office (CEO) de Narrativa, considera que los nuevos perfiles profesionales estarán basados en la tecnología, pero también en habilidades humanas que una máquina no es ni será capaz de reemplazar nunca.

El CEO de Narrativa, David Llorente.

Narrativa es una startup que en menos de cinco años ha logrado elaborar 300.000 noticias a la semana mediante Inteligencia Artificial (IA), y suministrarlas a 25 medios diferentes. La empresa ha desarrollado la herramienta ‘Gabriele’, que analiza automáticamente datos y estadísticas para generar narrativas en lenguaje natural sin intervención humana. Entre sus próximos objetivos está entrar en sectores como el de las finanzas, la logística o las instituciones públicas, y lograr que los modelos que ahora desarrollan sean más rápidos y eficaces.

El pasado mes de julio, Narrativa suscribía un acuerdo con la agencia Efe para lanzar una ambiciosa oferta de contenidos automáticos basada en datos y producidos con IA y ‘machine learning’. Otras agencias de noticias internacionales como Reuters o Bloomberg ya producen más de un 30% de sus contenidos con herramientas de generación automática.

Además de noticias sencillas sobre fútbol o finanzas, la tecnología de IA es capaz ya de elaborar textos más complejos, algo que, si no se lleva a cabo, según Llorente, es porque no resulta interesante desde el punto de vista del negocio. “Los medios de comunicación no se plantean que una máquina haga el trabajo de un periodista”, sostiene. Además, mantiene que géneros periodísticos como la opinión “siempre serán de humanos y para humanos; una máquina no puede ni debe hacer opinión”.

La pasión, valor añadido

Las herramientas de IA sirven más bien, según el CEO de Narrativa, para que los periodistas se descarguen de las tareas más automáticas y “empiecen a cubrir historias que no cubrían, además de emplear la información que les facilita la IA para construir sobre ella nuevas noticias e historias”. Las empresas, además, mejoran con esas herramientas su estrategia de monetización.

Para este experto, la irrupción de la IA supone “una reorganización del trabajo, de las tareas”. La automatización en la elaboración de noticias hará que las máquinas asuman parte de las funciones que desempeña un periodista, pero nunca podrán sustituir su faceta empática y humana. “El periodista que sea capaz de analizar mucha información no tendrá mucho recorrido, pero el que sea capaz de añadir la pasión que una máquina no puede plasmar tendrá éxito. A eso nos va a llevar la tecnología: las capacidades más humanas serán las que hagan que la gente tenga éxito durante los próximos 30 años”, considera.

“El periodista debe entender cómo funciona la IA, el blockchain y el mundo de la monetización. Se trata de temás técnicos que se pueden aprender. Pero la clave para tener éxito en el futuro no estará en la tecnología, sino en ser más humanos, en fomentar la capacidad de empatía y comunicación. Y eso una máquina nunca lo podrá hacer”, afirma.

La tecnología y el Open Data

Llorente subraya que la labor fiscalizadora del periodista no sólo no quedará anulada por la tecnología, sino que se verá facilitada. “En casos como los Papeles de Panamá se libera una ingente cantidad de información, tanta que resulta inmanejable. Hace falta la unión de muchos medios para el éxito de estas investigaciones, pero cada vez más, sin tecnología ni algoritmos va a ser imposible saber si en esa masa de información aparecen cosas extrañas, relaciones sospechosas o indicios de algo que sea noticia”, expone.

De hecho, hay algoritmos que analizan terabytes de datos en apenas un día o dos. “Gracias a esto se puede extraer mucha información que el periodista o investigador podrá utilizar después, dando sentido a esos datos”, añade. Para Llorente, esto se verá incrementado cuando se extienda la cultura Open Data en las instituciones, y el volumen de información pública disponible sea mucho mayor. “Gracias a las máquinas detectaremos patrones, anomalías, y seremos más capaces de controlar el funcionamiento del sector público”, concluye.

Marta Sánchez Esparza | @martasesparza

 

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