Cinco empresas europeas de fact-checking desmienten 645 noticias falsas difundidas durante los peores meses de la pandemia de la COVID-19

 

Que la desinformación no es una broma y que puede resultar más letal que beber un brebaje venenoso lo acredita el informe recién elaborado por cinco organizaciones de fact-checkers de Europa sobre las noticias falsas propagadas durante los meses más duros de confinamiento y pandemia en territorio europeo. Periodistas de Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y España han elaborado hasta 645 artículos de otros tantos bulos o errores relacionados con la COVID-19, los remedios para su curación o las teorías conspiratorias sobre su origen.

El proyecto surgió en marzo, cuando en Maldita.es, los facts-checkers españoles que han participado en el estudio, llegaban a recibir 1.500 consultas diarias sobre posibles desinformaciones a través de su canal de Whatsapp. Esto les llevo a pensar una estrategia para trabajar en red con verificadores de otros países, dado que en los bulos divulgados en unos y otros se detectaban patrones similares. El apoyo de Google News Initiative les dio el impulso definitivo y lograron sumar al proyecto al resto de verificadores.

En el informe, elaborado en versión PDF y en versión web para facilitar la participación de los lectores, han colaborado las agencias de verificaciónAFP (Francia), Correctiv (Alemania), Pagella Politica/Facta (Italia), Full Fact (Reino Unido) y Maldita.es (España). En él se incluyen mapas interactivos por países, ilustraciones animadas, líneas temporales y gráficos de barras con las desinformaciones más frecuentes por áreas temáticas en cada país. El documento está disponible en los idiomas de los cinco países de las organizaciones que han colaborado. La idea de sus promotores era lanzarlo coincidiendo con el Global Fact-Checking Summit, que se iba a celebrar en Oslo (Noruega) a finales de junio pero que acabó  convirtiéndose en un encuentro online debido a la pandemia.

“Este proyecto ha puesto de manifiesto que trabajando coordinados llegamos más lejos. En un mundo totalmente globalizado, las desinformaciones no entienden de fronteras y si los verificadores trabajamos unidos tenemos mucha más fuerza para frenar todos esos bulos”, considera Laura Chaparro, coordinadora del proyecto desde Maldita.es.

Línea temporal sobre el bulo de hacer gárgaras en los cinco países analizados.

Entre los bulos más frecuentes que se han detectado figuran las recomendaciones médicas engañosas sobre supuestas curas para el coronavirus, pruebas ficticias para saber si se ha contraído la enfermedad, soluciones curiosas como hacer gárgaras para combatir el virus, o los falsos usos de sustancias como la hidroxicloroquina y el dióxido de cloro. 

Según Chaparro, “ha sido muy interesante comprobar con líneas temporales cómo se movían las desinformaciones por los distintos países con el paso de los días, en qué país surgían y a cuáles saltaban. A veces era el mismo contenido en otro idioma y otras veces era una variación de una misma cadena de mensajes”.

 

Otro de los temas más utilizados por los divulgadores de desinformación durante la pandemia ha sido la información falsa relativa a presuntas acciones o mensajes de responsables políticos y autoridades. La solución a la crisis sanitaria pasa en este caso por la colaboración de la población.os mensajes que entorpecen dicha colaboración, generando confusión y desacreditando las instrucciones de las autoridades sanitarias, pueden resultar sumamente peligrosos para la salud pública, como sucede con los bulos sobre remedios y sustancias para curar la enfermedad.

Francia, Italia y España se llevan la palma en cuanto a desinformaciones relacionadas con cuestiones políticas, mientras que Alemania y Reino Unido acapararon el mayor número de bulos sobre curaciones y remedios ficticios. El informe, que se centra en los mensajes difundidos durante marzo y abril –los peores registrados en Europa-, señala que en marzo, cuando Italia registró el pico principal de casos, la información falsas se había extendido también a Reino Unido, Alemania, España y Francia.

En el documento se consignan asuntos como la falsa creencia difundida durante estos meses de que la comunidad musulmana estaba siendo objeto de un trato especial. En España, además, se extendió el rumor de que la actividad de Whatsapp de los usuarios sería monitorizada, lo que generó enorme polvareda.

Desmentido sobre una noticia falsa sobre musulmanes en la web de AFP

Existen, además, asuntos que acapararon los bulos en determinados países, y no en otros. Así, en Reino Unido proliferaron las desinformaciones sobre cómo afectaba el virus a las mascotas, en Alemania se extendió que a los migrantes se les permitía acceder de forma secreta al país durante el confinamiento, y en España se movieron falsas noticias sobre estafas y engaños relacionados con la tecnología.

El interés del informe, y las conversaciones abiertas entre fact-checkers de diversas partes del mundo augura que este trabajo será ampliado en el futuro con la colaboración entre un mayor número de países. “Sería interesante que este trabajo continuara de alguna forma en otras regiones, incluidos otros continentes como América Latina, donde Latam Chequea está haciendo un trabajo importantísimo con los demás medios para aglutinar toda esa desinformación”, subraya Chaparro.

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